La tendencia mundial es sancionar leyes que promuevan los ambientes cerrados y públicos 100% libres de humo de tabaco. Ayer, en Inglaterra entró en vigencia una ley antitabaco para reducir el consumo de cigarrillos y proteger a los que no fuman.
En la Argentina, un proyecto de ley similar caducó en febrero. En abril, se presentó otro en el Senado que no tiene en cuenta lo aconsejado por la OMS: permite excepciones. En cambio, estudios científicos ya demostraron que las áreas para fumadores no sirven. Las sustancias tóxicas permanecen días después de haber ventilado el lugar.
Cifra
32,3 por ciento de la población adulta fuma en la Argentina. Es de las mayores tasas de consumo de tabaco del continente americano.
Valeria Román
vroman@clarin.com
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